Un viaje lleno de sueños terminó en tragedia. Un joven de 21 años, lleno de ilusiones y con la esperanza de encontrar un mejor futuro, perdió la vida en circunstancias que hoy enlutan a toda una familia quindiana.
Desde su barrio natal, familiares y amigos se aferran al recuerdo de un muchacho alegre, trabajador y con una meta clara: abrirse camino fuera del país para poder ayudar a los suyos. Pero el destino cambió de forma abrupta, dejando tras de sí una profunda tristeza y una súplica de justicia.
El hecho ocurrió en territorio boliviano, en la provincia de Chiquitos, departamento de Santa Cruz de la Sierra, cuando Daniel Rodrigo Isaza Marín, oriundo del barrio El Palmar en el Plan Piloto de Armenia, fue arrollado por un vehículo que huyó del lugar sin prestarle ayuda. El accidente tuvo lugar en la noche del pasado domingo 12 de octubre, sobre la carretera nacional que conecta esa región con el oriente del país.
De acuerdo con las versiones iniciales, Daniel había emprendido un viaje por carretera desde Colombia hacia Argentina, buscando oportunidades laborales que le permitieran mejorar la vida de su familia. Un amigo que lo acompañaba fue quien dio aviso a las autoridades locales y notificó a sus allegados sobre el trágico suceso.
El cuerpo del joven permanece en la morgue judicial de Santa Cruz de la Sierra, mientras su familia en Armenia pide apoyo al Gobierno colombiano y a la Cancillería para lograr la repatriación.
En el barrio El Palmar, vecinos y conocidos lo recuerdan como un joven soñador, amable y comprometido con su hogar. “Era un muchacho lleno de vida, con muchas ganas de salir adelante”, dijeron sus amigos, quienes se han unido en oraciones y campañas solidarias para ayudar a su regreso.






