Una tragedia aérea sacudió el norte del estado de Nueva York el pasado sábado, cuando una avioneta bimotor Mitsubishi MU-2B se estrelló en un campo agrícola de la localidad de Copake, dejando como saldo la muerte de seis personas, todos miembros de una misma familia, entre ellos destacados médicos, estudiantes y atletas universitarios.
La aeronave privada, pilotada por el neurocirujano Michael Groff, se dirigía al aeropuerto del Condado de Columbia como parte de un viaje familiar para celebrar un cumpleaños y la Pascua judía. Sin embargo, el trayecto terminó abruptamente alrededor del mediodía, cuando el avión cayó a gran velocidad en una zona rural cercana a la frontera con Massachusetts.
Una familia brillante truncada por la tragedia
Las víctimas del accidente fueron identificadas como Michael Groff, su esposa Joy Saini, su hija Karenna Groff, su hijo Jared Groff, la pareja de Jared, Alexia Couyutas Duarte, y el novio de Karenna, James Santoro. Todos viajaban en la aeronave desde el aeropuerto del Condado de Westchester, en White Plains.
Karenna Groff fue reconocida en 2022 como la “Mujer del Año” por la NCAA gracias a su destacada carrera académica y deportiva en el MIT, donde estudió ingeniería biomédica y fue una estrella del fútbol femenino. Durante la pandemia, cofundó openPPE, una iniciativa que diseñó mascarillas para trabajadores de primera línea. Tras su graduación, se trasladó a Manhattan para estudiar medicina en la Universidad de Nueva York junto a su pareja, James Santoro, egresado del MIT y asociado de inversiones en Silver Point.
Por su parte, Joy Saini, madre de Karenna y Jared, era una reconocida uroginecóloga nacida en India y fundadora de Boston Pelvic Health and Wellness. Se formó en la Universidad de Pittsburgh, donde conoció a su esposo Michael Groff, piloto experimentado y destacado neurocirujano.
“Eran una familia maravillosa. El mundo perdió a muchas personas muy buenas que le iban a hacer mucho bien al mundo si hubieran tenido la oportunidad”, dijo a la prensa John Santoro, padre de James.
Los últimos minutos del vuelo
Según información suministrada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), el piloto había comunicado a la torre de control que no pudo realizar una aproximación inicial exitosa y solicitó una nueva ruta de aterrizaje. Sin embargo, mientras se coordinaba el nuevo plan de vuelo, los controladores emitieron alertas de baja altitud sin recibir respuesta por parte del piloto ni una señal de emergencia.
Un video que captó los segundos finales del vuelo muestra que la aeronave estaba aparentemente intacta, pero descendió a alta velocidad hasta impactar con el suelo. “La avioneta estaba comprimida, doblada e incrustada en el terreno”, señaló Todd Inman, portavoz de la NTSB.
Las condiciones meteorológicas y la posible baja visibilidad están siendo consideradas como factores que podrían haber contribuido al accidente, aunque aún no hay conclusiones oficiales. El piloto volaba bajo las reglas de vuelo por instrumentos, según los primeros reportes.
Investigación en curso y dolor familiar
La avioneta había sido vendida hace un año y contaba con tecnología de punta recientemente certificada por la Administración Federal de Aviación. La NTSB permanecerá en el sitio del siniestro durante al menos una semana, y el informe final podría tardar entre 12 y 24 meses.
Mientras avanza la investigación, la familia de las víctimas ya organiza los servicios funerarios. “Los 25 años que tuvimos con James fueron los mejores años de nuestras vidas”, expresó su padre conmovido. “La alegría y el amor que nos brindó serán suficientes para durar toda la vida”.