La comunidad latina en Miami vive momentos de consternación tras la trágica muerte de Cinthia Liliana Sierra Linares, una mujer colombiana de 32 años que falleció en un accidente de tránsito provocado por la imprudencia de un conductor que manejaba bajo los efectos del alcohol.
El siniestro ocurrió en la noche del jueves 18 de septiembre en la intersección de la 12th Avenue con la 20th Street, cuando el vehículo en el que se movilizaba la joven fue impactado violentamente por otro automóvil que se había pasado varios semáforos en rojo y ya había chocado a otros dos vehículos en su recorrido. El responsable fue identificado como Óscar Portillo, quien tras el impacto dejó el carro de Cinthia arrastrado varios metros, atrapándola entre la carrocería. Pese a la rápida llegada de los equipos de emergencia, la colombiana falleció en el lugar de los hechos.
El accidente dejó también a dos personas lesionadas y generó una ola de indignación entre la comunidad, que señaló el caso como una cadena de imprudencias viales que terminó en tragedia. El conductor fue capturado y presentado ante un juez del condado de Miami-Dade, donde le imputaron cargos por homicidio vehicular y fuga en accidente con heridos. La justicia le negó la libertad bajo fianza y permanecerá bajo custodia hasta el próximo 10 de octubre, fecha en la que se cumplirá una nueva audiencia.
En medio del dolor, Jennifer Sierra, hermana de la víctima, pidió justicia y clamó porque el caso no quede en la impunidad. Recordó a Cinthia como una mujer trabajadora, dedicada y de gran calidad humana, que soñaba con regresar a Colombia tras cinco años sin ver a sus familiares. “Ella quería reencontrarse con los suyos, volver a casa… ese era su plan”, dijo entre lágrimas.
Cinthia, quien residía en Miami desde hacía seis años y trabajaba como especialista en marketing digital, deja un vacío enorme entre familiares y amigos, y su muerte se convierte en un nuevo llamado contra la irresponsabilidad al volante.