Tal como debe hacer cada año en cumplimiento de la ley de autorización de relaciones exteriores, el presidente Barack Obama notificó al Congreso qué países productores o que sirven de tráfico de droga “afectan significativamente a los Estados Unidos”, anunció la oficina.
La lista del Departamento de Estado de este año mencionó a 22 países, incluyendo a Bahamas, Belice, Burma, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana.
“En los casos de Bolivia y Venezuela, el presidente ha exonerado posibles sanciones según la ley estadounidense, para que los Estados Unidos puedan seguir apoyando programas específicos en beneficio de los pueblos” de esos países, señala el comunicado.
El gobierno de Evo Morales analizaba el dictamen estadounidense para pronunciarse públicamente, informó un funcionario que no está autorizado a emitir declaraciones.
El mandatario boliviano calificó similares evaluaciones en el pasado de políticamente motivadas. La decisión de Washington se conoce tres días después de un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que señaló que los cultivos de coca en este país sólo crecieron un 0,3% en 2010, el incremento más bajo de los últimos cinco años.
El Departamento de Estado emitió su comunicado el mismo día que el gobierno venezolano exigió a los Estados Unidos que cesen una “campaña de mentiras y agresiones”, y casi una semana después de que la Cancillería venezolana protestara verbalmente ante la encargada de negocios de la embajada de los Estados Unidos en Caracas, Kelly Keiderling.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), adscrita al Departamento del Tesoro, catalogó como narcotraficantes a cuatro funcionarios chavistas: Amílcar Figueroa, representante de Venezuela en el Parlamento Latinoamericano, el general del Ejército Cliver Alcalá Cordones, el congresista oficialista Freddy Bernal y el funcionario de Inteligencia Ramón Madriz.
Actualmente, Bolivia y Venezuela no tienen embajador estadounidense.