El presidente del Parlamento de Uganda aseguró que se aprobará antes de fin de año una polémica ley que castigará con pena de muerte la homosexualidad agravada.
La vocera del Gobierno, Rebecca Kadaga, explicó que se condenaría a pena de muerte a los autores de “actos homosexuales graves” porque los ugandeses así lo quieren y exigen. Según ella, los activistas anti-homosexuales hablan de una “amenaza grave” para los los niños de Uganda.
Además, los militantes desfilaron delante de Kadaga con padres y alumnos que sostenían letreros que rezaban “la homosexualidad es una abominación”.
El Código Penal de Uganda tipifica como delito la homosexualidad. Desde 2009, el Parlamento pretende sacar adelante una ley más dura “para proteger a los niños” de los homosexuales. En esa ocasión, la promulgación de la ley fue finalmente detenida por la avalancha de críticas internacionales.
La homosexualidad es ilegal en muchos países africanos, pero la pena de muerte es excepcional. La nueva ley ampliaría la criminalización de las relaciones homosexuales dividiéndolas en dos categorías: homosexualidad y homosexualidad agravada.
La homosexualidad agravada se define como la que se lleva a cabo por aquellos que son padres o figuras de autoridad, personas VIH-positivas, pedófilos y delincuentes reincidentes. Si son declarados culpables, con la nueva ley serán condenados a la pena de muerte.
Por otro lado, el delito de homosexualidad consiste en mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, y se podrá condenar con cadena perpetua.