La viruela del mono, ahora conocida como mpox, ha traspasado las fronteras de la República Democrática del Congo (RDC) y se está propagando por varios países africanos, confirmando los peores temores de las autoridades sanitarias. Según la revista científica Science, la nueva variante del virus, más letal que la que causó el brote mundial en 2022, ha dejado 450 muertos en lo que va del año en la RDC, y recientemente se han detectado casos en Kenia y Uganda, lo que ha encendido las alarmas en toda la región.
Los datos actualizados por los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (África CDC) revelan que, hasta ahora, se han reportado 14.250 casos y 456 muertes en 10 países africanos, con la RDC concentrando la mayoría de ellos: 13.791 enfermos y 450 fallecidos. Este aumento del 160% en los contagios respecto al año anterior plantea una amenaza significativa para la salud pública, especialmente en un continente donde la falta de tratamientos y vacunas agrava la situación.
La detección de casos en Kenia, un país con alta afluencia turística, ha generado preocupación por una posible expansión global del virus. Además, países vecinos como Burundi, Ruanda y la República Centroafricana han notificado sus primeros casos de mpox, lo que sugiere una rápida propagación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación ante este brote. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó en redes sociales que la propagación de esta cepa más mortal de mpox requiere una respuesta internacional urgente. La Unión Africana ha asignado 10,4 millones de dólares para combatir la epidemia, mientras que la RDC intenta asegurar suministros de las dos vacunas que ha validado, aunque hasta el momento no están disponibles.
El aumento de casos y la gravedad de la situación han llevado a la OMS a considerar la posibilidad de declarar la emergencia de salud pública de importancia internacional. Esto, en un intento de movilizar recursos y atención global para frenar lo que podría convertirse en una crisis sanitaria de alcance mundial.
Médicos Sin Fronteras y otras organizaciones han señalado que la falta de acceso a vacunas y tratamientos eficaces en África, donde la mpox es endémica en muchas regiones, podría llevar a un aumento significativo de la mortalidad y dificultar el control del brote. Mientras tanto, las autoridades siguen vigilando de cerca la situación, con la esperanza de contener la propagación antes de que se convierta en una nueva pandemia global.