Un nuevo caso de violencia contra menores de edad se registró en Tolima. Una bebé de nueve meses de nacida fue atendida por los médicos que informaron a la Policía, y ellos a su vez al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, que denunció el caso ante la Fiscalía.
El coronel Jorge Eduardo Esguerra Carrillo, comandante de la Policía del Tolima, informó que “el 7 junio (el miércoles) a las 6:25 de la tarde informaron que ingresó Z.S.A.P., quien reportó síndrome de maltrato sin especificación alguna, abuso sexual y traumatismo en la cabeza”.
Los investigadores de la Sijín, junto con los policías del Grupo de Infancia y Adolescencia y funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, empezaron a efectuar las indagaciones y llegaron al barrio La Polca, donde entrevistaron a varias personas.
Los agentes establecieron contacto con algunos residentes y con quien escuchó el llanto de la bebé, que al verla abandonada la llevó al centro asistencial.
Además, el coronel Esguerra afirmó que “se entrevistó a la señora Patricia Amézquita Herrera, quien en el momento posee la custodia de la bebé”.
Ella es pariente de la pequeña y los padres biológicos están en Cundinamarca.
Sandra Torres, secretaria de Salud del Tolima, indicó que la menor está en la unidad de cuidados intensivos neonatales, del hospital Regional de Líbano.
Al preguntarle a la funcionaria si preocupa que este caso sea como el de Sarita, aseguró que “nuevamente, como Gobierno departamental, repudiamos este hecho. Esperemos que la niña supere ese maltrato que no es de ahora”.
Y agregó: “Una de las cosas que también nos preocupan es que en la casa donde estaba la bebé, hay más niños”.
La funcionaria aseguró que se aplicó trabajo de campo en el barrio de donde rescataron a la niña.
El caso de Sarita
En abril pasado se descubrió el aterrador caso de Sara Ayolina Salazar Palacios, de tres años, quien fue maltratada en la finca El Limón, en la vereda La Joya, localizada a 10 minutos del casco urbano de Armero – Guayabal.
La pequeña fue remitida al hospital Federico Lleras Acosta, donde murió y se descubrió que había sido torturada y abusada sexualmente.
Días después, la Policía capturó a Ángela Yohana Guerra Urueña y Edilberto Rojas Torres, quienes eran los padrinos de la niña.
La pareja de esposos no aceptó los delitos endilgados: en el caso de la mujer, le imputaron homicidio agravado, tortura agravada y acceso carnal violento agravado bajo la figura de posición de garante que ocupaba la madrina, y a Rojas le imputó tortura agravada.
Ambos fueron enviados a la cárcel y están a la espera de la siguiente audiencia.
Aunque inicialmente se dijo que había responsabilidad de algunos funcionarios, hasta el momento no se han hecho efectivas otras capturas.
COLPRENSA