La muerte de una llama en el centro de Bogotá ha desatado la indignación de activistas por los derechos animales, quienes exigen medidas inmediatas para frenar su explotación con fines turísticos.
El incidente ocurrió la tarde del 24 de diciembre en la Plaza de Bolívar, según denunciaron usuarios en redes sociales. Testigos afirman que el animal, empleado como atracción para visitantes nacionales y extranjeros, colapsó debido al agotamiento causado por el uso excesivo.
En esta zona, es común encontrar llamas utilizadas como recurso para fotografías con turistas, una práctica que ha sido señalada reiteradamente por grupos animalistas como un caso de abuso y maltrato.
Los defensores de los derechos animales reiteran su llamado a prohibir este tipo de actividades y establecer regulaciones más estrictas que protejan a los animales de situaciones de explotación en la capital.
La senadora y defensora ambiental Andrea Padilla, a través de su cuenta en X, hizo un llamado al alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, para implementar cambios urgentes que frenen la explotación de animales utilizados con fines turísticos.
“Alcalde, no son ganas de incomodar; es un ruego de compasión y piedad. Esta foto, tomada hoy en el centro de Bogotá, muestra el cansancio y la explotación. ¡Haga historia! Organice a quienes aún se lucran de estas criaturas, ofrézcales alternativas y mejore las vidas de todos”, expresó Padilla, generando una amplia respuesta de apoyo por parte de quienes comparten su preocupación.
El alcalde Carlos Fernando Galán respondió al llamado, destacando la importancia de tomar acciones inmediatas. “Senadora, tiene razón. El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal no puede tardar horas en actuar, y esto no puede continuar ocurriendo sistemáticamente en lugares conocidos por todos. Implementaremos los correctivos necesarios”, aseguró.
Aunque la explotación de animales para turismo ha sido un tema de debate recurrente, este caso reaviva la necesidad de establecer medidas contundentes que eviten el abuso. Los animales son sometidos a largas jornadas y constante exposición al público, condiciones que afectan su salud y bienestar.