La madrugada de este jueves 17 de abril, Armenia volvió a ser testigo de la violencia que cada vez golpea con más fuerza a sus ciudadanos. Dos hermanos de 76 y 79 años, Reinel Antonio Arias Parra y Luis Evelio Arias Parra, fueron asesinados de forma brutal dentro de su propia vivienda, en la manzana 34 de la etapa 2 del barrio Los Quindos.
La tragedia ocurrió alrededor de la 1:00 de la mañana, cuando un joven de 24 años ingresó a la humilde residencia, presuntamente con la intención de hurtar algunas pertenencias. Al encontrar resistencia por parte de los adultos mayores, el atacante, armado con un objeto cortopunzante, les propinó heridas letales que les arrebataron la vida en cuestión de minutos.
Las víctimas, lejos de ser simples nombres en una estadística, eran reconocidas en el barrio por su labor y su bondad. Reinel Antonio dedicaba sus días a cuidar vehículos en un parqueadero cercano, y formaba parte activa del grupo de adulto mayor “Bellos Encuentros”, en la comuna uno, donde compartía actividades culturales y recreativas con otros abuelos del sector. Luis Evelio, su hermano mayor, compartía la misma vocación de trabajo honesto y sencillez.
Eran conocidos por su espíritu servicial, su carácter afable y su amor por la vida sencilla. Su muerte, además de brutal, dejó un vacío inmenso entre vecinos, amigos y los adultos mayores con quienes compartían días de esparcimiento y solidaridad.
La policía logró capturar al presunto agresor gracias a la rápida reacción de la comunidad y el despliegue de una patrulla del cuadrante, que debió hacer uso de un dispositivo Taser para reducir al sospechoso, quien fue hallado dentro de la vivienda aún empuñando el arma homicida. El detenido fue dejado a disposición de la Fiscalía General de la Nación.
Este doble asesinato eleva a 26 los homicidios registrados en Armenia en lo que va del 2025, una cifra alarmante si se compara con los 66 homicidios registrados en todo el municipio durante el año 2024.
El clamor ciudadano por mayor seguridad se hace cada vez más fuerte, mientras la respuesta institucional sigue siendo débil y tardía. La administración municipal parece rebasada ante el incremento de la criminalidad, mientras los barrios populares, como Los Quindos, se transforman en territorios de miedo y abandono.
La muerte de Reinel y Luis Evelio no puede ser una más en la larga lista de crímenes que sacuden a Armenia. Su historia de trabajo honesto, de amor fraternal y de vida humilde merece ser recordada como símbolo de una ciudad que clama por respeto, justicia y gobernabilidad real.
Hoy, Armenia no solo llora la pérdida de dos de sus ciudadanos más humildes y trabajadores: también enfrenta el espejo de su creciente deterioro social, donde la falta de autoridad y la ineficacia de la administración dejan expuesta a una comunidad cada vez más vulnerable.
La pregunta que retumba entre los quindianos es clara y dolorosa: ¿cuántos muertos más necesita Armenia para que sus gobernantes reaccionen?