El gobierno de Venezuela anunció el cierre temporal de su frontera con Colombia desde las 5:00 a.m. del viernes 10 de enero hasta las 5:00 a.m. del lunes 13 de enero. Según Freddy Bernal, gobernador del estado Táchira, la medida fue tomada bajo instrucciones del presidente Nicolás Maduro, con el propósito de contrarrestar una supuesta “conspiración internacional” que busca desestabilizar la región en el contexto de la posesión presidencial de Maduro.
La decisión contradice declaraciones previas de Bernal, quien el pasado 7 de enero aseguró que no habría cierres fronterizos, afirmando que los pasos entre ambos países estaban bajo “absoluto control”. Sin embargo, este viernes justificó el cierre señalando que la estabilidad del territorio estaba en riesgo por amenazas externas.
La medida incluye la suspensión del tránsito terrestre y aéreo entre ambos países. Durante la madrugada, militares venezolanos colocaron barreras y contenedores en el Puente Internacional Simón Bolívar, principal paso fronterizo entre Norte de Santander y Táchira. Horas después, estos elementos fueron retirados generando dudas a posibles cambios en las medidas ya interpuestas, mientras efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) con equipos antidisturbios se desplegaron en el lugar.
Por su parte, la Cancillería colombiana informó que fue notificada formalmente por el gobierno venezolano sobre el cierre unilateral, aclarando que las fronteras del lado colombiano permanecerán abiertas. “Reiteramos que las fronteras con Venezuela, del lado colombiano, estarán habilitadas para el tránsito regular,” puntualizó el comunicado oficial.
El cierre ocurre en medio de una tensa coyuntura política en Venezuela, marcada por la juramentación de Nicolás Maduro para un tercer mandato presidencial. Paralelamente, el líder opositor Edmundo González Urrutia, reconocido como presidente legítimo por varios gobiernos internacionales, mantiene su intención de regresar al país para asumir el Ejecutivo.
Freddy Bernal llamó a la comprensión de los ciudadanos y sectores económicos afectados, como empresarios y transportadores, subrayando que la medida busca preservar la paz en la región. Sin embargo, el cierre ha generado incertidumbre y expectativas sobre posibles ajustes en las restricciones anunciadas.