Mónica Jaramillo, líder del Área de Fauna Silvestre de la CRQ, informó que de las tres toneladas recolectadas de la especie invasora durante el primer semestre de 2020 en el Quindío, 890 kilos corresponden al corregimiento de Barcelona en Calarcá, 871 a Montenegro, 754 a Armenia, 434 a La Tebaida y 57 kilos a Quimbaya.
Con el objetivo de hacer controles más efectivos, este año la autoridad ambiental reforzó el personal que realiza la recolección del caracol diariamente en los municipios de La Tebaida, Montenegro y el corregimiento de Barcelona en Calarcá, así como en Armenia y Quimbaya, municipios afectados por la presencia del molusco invasor.
La funcionaria explicó que para el control del Caracol Gigante Africano se diseñó una estrategia mediante un programa de manejo de la plaga invasora en la que se trabaja desde el 2013. “Hacemos la recolección de los individuos, el proceso de hidrólisis alcalina que se realiza en el sitio de recolección, la disposición temporal y disposición final que es la incineración”, agregó la líder del Área de Fauna Silvestre de la corporación.

La funcionaria señaló además que el molusco es una especie crepuscular que una vez se establece es muy difícil de erradicar, de ahí su condición de invasora.
Dijo que a largo del trabajo que la CRQ ha realizado todos estos años y de la evaluación de los resultados obtenidos, una de las conclusiones es que existe una mayor proliferación de la especie invasora en los sitios donde no se realiza un buen manejo de los residuos sólidos. Por ello la importancia que la comunidad haga adecuada disposición para evitar que el caracol encuentre fuentes de alimentación y tenga mejores condiciones para seguir arraigándose en los sectores.
Campaña piloto en La Tebaida
La CRQ viene adelantando una campaña piloto en La Tebaida para realizar un trabajo articulado entre el sector salud, agricultura y ambiente con el apoyo de la alcaldía para ejecutar el programa en todas sus fases, haciendo de la sensibilización el eje para desarrollar un manejo integral del molusco en el que la comunidad y los demás actores trabajen de la mano con la autoridad ambiental y así contrarrestar los efectos ocasionados por la presencia de la plaga invasora.