Una joven de origen colombiano fue encontrada muerta en una carretera del norte de Perú, tras casi una década sin conocerse su paradero. Su madre, desde Huila, clama por ayuda para repatriar los restos.
El cuerpo sin vida de Liceth Dayani Saldaña Bastidas, una colombiana de apenas 21 años, fue hallado el pasado sábado 10 de mayo sobre un tramo de la vía Panamericana Norte, una de las carreteras más transitadas del país andino, en medio de circunstancias que hoy son materia de investigación por parte de las autoridades peruanas.
El hallazgo se produjo en horas de la madrugada, en un sector ubicado entre Los Cipreses y el ingreso a Los Pinos, en la provincia de Barranca. Según la información preliminar, el cadáver presentaba evidentes signos de violencia: estaba completamente desnudo y con la cabeza rapada. La identificación fue posible gracias a un tatuaje en la espalda que llevaba su nombre.
Lo que más ha impactado de este caso es que la joven llevaba ocho años desaparecida. Su madre, Clemencia Bastidas, oriunda del municipio de Algeciras, Huila, confesó en diálogo con medios nacionales que no sabía nada de su hija desde que era una niña y que desconoce por completo cómo llegó hasta Perú o qué circunstancias rodearon su trágico final.
Clemencia también manifestó que durante todos estos años fue imposible mantener comunicación con su hija, y que desconoce si ella padecía alguna condición mental, como se ha especulado en medios locales peruanos.
Ahora, en medio del dolor, la familia enfrenta otro drama: no cuenta con los recursos económicos necesarios para traer el cuerpo de Liceth a Colombia. Por esta razón, han solicitado apoyo urgente al Gobierno Nacional y a las autoridades locales del Huila, con el fin de lograr la repatriación.
La Personería Municipal de Algeciras ya ha sido notificada del caso y está intentando coordinar acciones junto a los familiares. Sin embargo, el proceso no es sencillo. Según explicó en 2024 Andrea Rojas, coordinadora del Grupo de Asistencia a Connacionales, el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene facultades para brindar asesoría y acompañamiento, pero no para cubrir los costos del traslado de restos humanos, ya que no cuenta con un presupuesto destinado para ello.
El costo de una repatriación, según la Cancillería, puede oscilar entre 10.000 y 30.000 dólares, dependiendo del país de origen y los trámites que se requieran. En caso de optar por la cremación, existe la posibilidad de enviar las cenizas a Colombia por medio de valija diplomática, aunque esto también debe contar con aprobación previa de la Dirección correspondiente.
Este caso ha causado conmoción tanto en Colombia como en Perú, no solo por la forma en la que fue hallado el cuerpo, sino por la historia de abandono y desconexión que lo rodea. La madre, una mujer humilde y cabeza de hogar, hace un llamado a la solidaridad para poder despedirse dignamente de su hija y cerrar este doloroso capítulo que la ha marcado durante años.