El Parlamento italiano aprobó este miércoles una ley que convierte la gestación subrogada en un “delito universal”, lo que permitirá penalizar a los ciudadanos que recurran a esta práctica reproductiva, incluso si se realiza en países donde es legal, como Estados Unidos o Canadá. La medida, impulsada por el partido ultraderechista Hermanos de Italia, liderado por la primera ministra Giorgia Meloni, fue aprobada con 84 votos a favor y 58 en contra en el Senado, tras recibir el respaldo de la Cámara de Diputados en 2023.
Desde que asumió el cargo en 2022, Meloni ha seguido una agenda social conservadora, enfocada en la protección de los valores familiares tradicionales, lo que ha generado fuertes críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos LGBTQ. La nueva ley castiga con hasta dos años de cárcel y multas de hasta un millón de euros a quienes recurran a vientres de alquiler en el extranjero.
Los opositores han denunciado que la ley está dirigida especialmente contra las parejas del mismo sexo, que ya enfrentan dificultades para convertirse en padres en Italia debido a la falta de reconocimiento legal de sus hijos. “Es un día negro para los derechos y libertades en Italia”, expresó el diputado de izquierda Riccardo Magi, quien advirtió que la oposición llevará la norma ante el Tribunal Constitucional.
Para el gobierno de Meloni, la ley busca proteger la dignidad de las mujeres y los niños, evitando que sean tratados como “mercancías”. Sin embargo, los críticos sostienen que la medida es discriminatoria y limita el acceso de muchas personas a formar una familia.