Un nuevo acto de violencia volvió a sacudir a la ciudad de Cali. En la noche de este domingo 18 de mayo, una fuerte explosión interrumpió la tranquilidad del barrio Los Lagos, ubicado en la comuna 13 del oriente de la capital del Valle, generando pánico entre los habitantes del distrito de Aguablanca, una de las zonas con mayores índices de vulnerabilidad.
El hecho, que está siendo investigado como un atentado dirigido contra la Policía Nacional, dejó un saldo preliminar de cuatro personas heridas: dos patrulleros y dos menores de edad. La carga explosiva habría sido activada justo al paso de una patrulla, lo que refuerza la hipótesis de un ataque premeditado contra la fuerza pública.
Tras la detonación, unidades policiales acordonaron el área y desplegaron un operativo de seguridad en el sector, mientras expertos antiexplosivos y personal judicial iniciaron la inspección del lugar y la recolección de pruebas que permitan identificar a los responsables.
Los heridos fueron trasladados de manera inmediata a centros asistenciales cercanos, aunque por el momento no se ha confirmado el estado de salud de los menores ni de los uniformados afectados.
Este grave episodio ocurre tan solo 48 horas después del anuncio de un nuevo plan de seguridad liderado por el alcalde de Cali, Alejandro Éder, junto al comandante de la Policía Metropolitana, brigadier general Carlos Oviedo. El programa, orientado especialmente hacia la zona oriental y de ladera de la ciudad, busca enfrentar de manera frontal la criminalidad y frenar la escalada de homicidios.
Sin embargo, hechos como el registrado esta noche en Los Lagos evidencian los profundos retos de seguridad que enfrenta Colombia, especialmente en zonas azotadas por la presencia de estructuras criminales que no cesan en su accionar violento.







