Un devastador terremoto de magnitud 6,8 sacudió este martes el condado de Tingri, en la región occidental del Tíbet, dejando un saldo de aproximadamente 95 fallecidos y un centenar de heridos, según informó la agencia oficial Xinhua. El sismo, registrado a las 09:05 hora local (01:05 GMT), tuvo una profundidad de 10 kilómetros y también se sintió en Nepal y la India.
En el condado de Tingri, el área más afectada, se reportó el colapso de más de 1.000 viviendas, dejando a unas 6.900 personas en un radio de 20 kilómetros alrededor del epicentro en condiciones de vulnerabilidad. Esta zona, ubicada a los pies de la cordillera del Himalaya y con una altitud promedio de 5.000 metros sobre el nivel del mar, enfrenta temperaturas extremas que oscilan entre los -16 °C y los 3 °C, complicando aún más las labores de rescate y asistencia.
El presidente Xi Jinping instó a realizar “esfuerzos exhaustivos para salvar vidas y minimizar el número de víctimas”, al tiempo que pidió prevenir desastres secundarios, reasentar a los afectados y garantizar sus necesidades básicas. Asimismo, enfatizó la urgencia de reparar las infraestructuras dañadas.
Más de 1.500 bomberos y equipos de emergencia fueron desplegados en Tingri para buscar supervivientes entre los escombros. El monte Everest, situado a 85 kilómetros del epicentro, fue cerrado al público como medida de seguridad.
El Tíbet, ubicado en la zona de interacción de las placas tectónicas asiática e india, es una región propensa a terremotos. Aunque su baja densidad poblacional atenúa el impacto en ocasiones, en esta oportunidad la tragedia afectó a comunidades cercanas al epicentro, agravada por las difíciles condiciones climáticas y geográficas.