El Quindío se ha consolidado como el destino predilecto para los colombianos en el exterior que buscan adquirir vivienda nueva en el país, concentrando el 25 % de las ventas realizadas en este segmento, según un reciente estudio de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol).
El informe, que analizó 3.404 proyectos de vivienda, revela que el 7,3 % de las compras de inmuebles fueron realizadas por personas que no residen en Colombia, siendo los compradores no residentes en el país un factor clave en el dinamismo del sector inmobiliario.
El Quindío destaca por ofrecer precios competitivos en comparación con otras regiones. Mientras en Bogotá el precio del metro cuadrado alcanza un promedio de 6,5 millones de pesos, en el Quindío este oscila entre 4,4 y 8,4 millones, una ventaja económica que lo convierte en una opción más atractiva.
Inversionistas y sus motivaciones
Los colombianos en el exterior buscan principalmente viviendas No VIS, con áreas superiores a 58,9 metros cuadrados, ideales para segundas residencias, vacaciones o como inversión para alquileres turísticos en plataformas como Airbnb. Por otro lado, para los inversionistas internacionales, Antioquia se posiciona como el destino preferido, concentrando el 7 % de las ventas totales, seguido por Magdalena con un 5 %.
La internacionalización del mercado inmobiliario, impulsada por factores como la tasa de cambio favorable, precios accesibles y un costo de vida competitivo, ha permitido que regiones como el Quindío se conviertan en polos de atracción para este tipo de compradores.
Clima, remesas y proyección económica
Además del atractivo natural de sus paisajes y clima, el Quindío también se beneficia de la alta recepción de remesas, una de las principales fuentes de ingresos para colombianos no residentes interesados en adquirir vivienda. Este flujo de recursos, sumado a la diversificación de la oferta inmobiliaria, dinamiza la economía local y refuerza su posición en el mercado.
Camacol resalta la importancia de agilizar procesos y ofrecer incentivos que faciliten la inversión tanto de colombianos en el exterior como de extranjeros, permitiendo que el sector de la construcción continúe consolidándose como un motor clave de la economía colombiana.