Durante el concierto de la cantante barranquillera en el estadio Metropolitano, donde se congregaron cerca de 45.000 fanáticos, se presentaron inconvenientes logísticos y algunos asistentes denunciaron casos de hurto.
La noche del 20 de febrero, Barranquilla fue testigo del primer espectáculo de Shakira dentro de su gira mundial “Las mujeres ya no lloran”. Miles de seguidores se dieron cita en el estadio Roberto Meléndez para disfrutar de un show que incluyó 32 interpretaciones y momentos llenos de emoción.
No obstante, lo que debía ser una velada inolvidable se vio empañada por incidentes, entre ellos, el robo sufrido por el creador de contenido Nicolás Rubiano, conocido en redes sociales como Rubigol.
El hurto tuvo lugar cuando el influencer se disponía a abandonar el recinto junto a sus acompañantes, entre los que se encontraban la periodista Melissa Martínez, el cantante Dekko y el también creador de contenido El Mindo. Mientras se abría paso entre la multitud, un hombre de contextura robusta se le acercó y le arrancó una cadena de oro que llevaba en el cuello, provocándole lesiones debido a la fuerza empleada.
Rubigol compartió su experiencia a través de sus historias de Instagram, donde manifestó su descontento y tristeza por lo ocurrido. En uno de los videos, Dekko reaccionó a la situación diciendo: “¡Hey! A Rubigol lo robaron, le quitaron la cadena”, mientras mostraba las marcas que el asalto dejó en el cuello del joven.
El influencer describió el momento con frustración:
“Qué rabia, hermano. ¿Cómo me van a hacer esto? Hubo un forcejeo y un tipo corpulento me jaló la cadena. Le pedí que me la devolviera, pero desapareció en la multitud. ¡Mi cadena, viejo, era patrimonio nacional!”.
Además de su valor material, el objeto tenía un profundo significado personal para Rubigol, ya que contaba con un dije de San Benito. Resignado, expresó su pesar por la pérdida y bromeó sobre la situación: “Shakira, te amo, pero devuélveme mi cadena… Eso significaba mucho para mí. Ni modo, toca hacer más dinero para comprar otra. Eso me pasa por andar de extravagante. ¡Mejor hubiera comprado una de oro laminado!”.