Las manos de Ana Villa han tejido más que prendas; han tejido sueños, oportunidades y un futuro mejor para su familia. Con una máquina de coser y la firme convicción de salir adelante, esta mujer transformó su hogar en un pequeño taller donde comenzó confeccionando pijamas. Lo que inició como una necesidad, pronto se convirtió en un proyecto con impacto social: Graff Urban, una marca de moda urbana que hoy emplea a mujeres cabeza de hogar y se abre paso en el sector textil.
Su hija, Leidy Vanessa López Villa, comparte con ella la pasión por el emprendimiento. Juntas, han enfrentado desafíos y han visto cómo su esfuerzo da frutos. Pero su camino no ha sido fácil. Como muchas familias emprendedoras, necesitaban recursos para crecer y hacer realidad sus aspiraciones. Fue entonces cuando encontraron en el SENA un aliado fundamental.

“El SENA cambia vidas. No solo la mía, sino la de mi familia, mis colaboradores y todas las personas que están con nosotros. Nos ha dado una oportunidad que nunca imaginamos tener”, expresa Leidy con gratitud.
Gracias al apoyo del Fondo Emprender, Graff Urban recibió $80 millones de capital semilla, permitiéndoles adquirir maquinaria industrial, aumentar la producción y acceder a licitaciones en el sector público. Un logro que, en sus inicios, parecía inalcanzable, pero que hoy las ha llevado a confeccionar los uniformes de los colaboradores de Metro Cali, marcando un hito en su trayectoria.
Ana, quien siempre ha creído en el valor de la educación, encontró en el SENA más que apoyo económico: allí fortaleció sus conocimientos y se formó en áreas como contabilidad y atención al cliente.
“En el SENA nos acogen a todos. Aquí no solo te dan una educación de calidad, sino que también ofrecen oportunidades para salir adelante. Para mí, esta entidad es lo mejor; orgullosamente tengo varios diplomas”, cuenta con emoción.
Hoy, Graff Urban no solo es un negocio sostenible, sino un símbolo de perseverancia y empoderamiento. Madre e hija esperan ahora la condonación de los recursos del Fondo Emprender, tras haber cumplido con los indicadores exigidos.
Lo que comenzó con una máquina de coser y una idea, hoy es una empresa con impacto, un testimonio de que los sueños, cuando se trabajan con esfuerzo y respaldo, pueden convertirse en realidad.