Un grave hecho de orden público sacudió este fin de semana al municipio de Jamundí, en el Valle del Cauca. Un niño de 11 años fue secuestrado la noche del sábado 3 de mayo en el corregimiento de Potrerito, una zona rural donde grupos armados ilegales han venido operando con frecuencia ante la limitada presencia estatal.
El menor, hijo de un comerciante de la localidad, fue interceptado alrededor de las 8:00 p.m. por varios hombres armados que, sin mediar palabra, se lo llevaron con rumbo desconocido. Desde entonces, las autoridades han desplegado un intenso operativo de búsqueda liderado por el Gaula de la Policía Nacional, con el apoyo del Ejército, la Fiscalía y unidades de inteligencia. Los uniformados han establecido un cerco en puntos estratégicos para impedir la huida de los secuestradores, mientras avanzan patrullajes, entrevistas con los habitantes y revisión de cámaras de seguridad.
Una de las principales hipótesis señala a integrantes de las disidencias de las Farc, específicamente al grupo armado conocido como “Jaime Martínez”, que mantiene presencia en zonas rurales del Valle y ha sido vinculado en el pasado a delitos de secuestro y extorsión. Hasta el momento, no se ha reportado ninguna exigencia económica por parte de los captores, pero las autoridades no descartan que el crimen esté relacionado con retaliaciones o extorsión.
La Gobernación del Valle del Cauca ofreció una recompensa de hasta 200 millones de pesos por información que permita ubicar al menor y capturar a los responsables. La gobernadora Dilian Francisca Toro, quien se pronunció en sus redes sociales, pidió a la comunidad colaborar con las autoridades y abstenerse de divulgar rumores o datos no confirmados que puedan entorpecer las investigaciones. El número habilitado para reportes es el 314 358 7212, con absoluta reserva de identidad.
Mientras tanto, los familiares del niño reciben acompañamiento institucional y la comunidad de Potrerito permanece en vilo, a la espera de noticias que permitan su pronto regreso sano y salvo.