La tragedia en Birmania (Myanmar) sigue en aumento tras el fuerte terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el centro-norte del país el pasado viernes.
La junta militar confirmó este sábado que más de 1.000 personas han muerto y más de 2.376 resultaron heridas, mientras que los rescatistas continúan la búsqueda de desaparecidos en medio de la devastación.
El sismo ocurrió a las 12:50 p.m. hora local y tuvo su epicentro a 17 kilómetros de Mandalay, una de las zonas más afectadas. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el movimiento telúrico se registró a solo 10 kilómetros de profundidad, lo que amplificó su impacto y causó severos daños estructurales. Posteriormente, se registró una réplica de magnitud 6,7, que agravó la emergencia.
Además de las víctimas, las autoridades informaron que más de 2.600 edificaciones, incluyendo viviendas, colegios, iglesias y pagodas, colapsaron. Entre los daños más significativos se encuentra el derrumbe del principal puente que conecta Mandalay con Sagaing, el colapso del muro del palacio real y la destrucción de la universidad de la región.
El sismo también se sintió en países vecinos. En Tailandia, un edificio en construcción colapsó en Bangkok, dejando al menos 10 fallecidos y varios heridos. La construcción, a cargo de la China Railway Construction Corporation, ha sido señalada por presuntas irregularidades en su licitación.
Mientras la cifra oficial de muertos sigue en aumento, se teme que el número real de víctimas sea aún mayor debido a la magnitud de los daños y la compleja situación del país. Birmania enfrenta una de las peores tragedias naturales de su historia reciente, con miles de familias afectadas y una infraestructura gravemente dañada.





