Mientras Armenia ingresó recientemente al Plan Departamental de Aguas (PDA), Calarcá y Montenegro van de salida.
El primero que lo hará será Calarcá luego de que la alcaldesa Yenny Trujillo obtuvo el permiso del Concejo para que esa localidad pueda tramitar su retiro. Así lo había advertido hace semanas el docente investigador Luis Carlos Serna.
El concejal Wilson Castañeda señaló que analizando las cifras de los años en los que el municipio ha estado en el PDA, se le dio la aprobación total a la mandataria. “El municipio aportaba un porcentaje del SGP al PDA pero no ha tenido beneficio en torno a estos recursos, vemos que se han ido recursos en una cosa y otra pero no en obras para Calarcá”.
El PDA es una especie de bolsa común que recibe recursos de los municipios que están vinculados, además también gestiona dineros de la Nación. Aunque este plan comenzó a funcionar en el Quindío entre 2008 y 2009, su capital solo inició su vinculación este año, tras el aval del Concejo Municipal. Sin embargo se escucharon voces de rechazo como la del concejal Luis Guillermo Agudelo y la del investigador Luis Carlos Serna, que incluso expuso sus argumentos en los debates previos a la aprobación del proyecto de acuerdo en el Concejo.
El director de Agua y Saneamiento Básico de la Gobernación del Quindío y gestor del PDA, Juan Antonio Osorio, dijo que los argumentos de Calarcá y Montenegro, quien también anunció su intención de desvincularse por falta de beneficios, son falsos.
“A Calarcá le hemos demostrado las inversiones que les ha hecho el PDA entre 2012 y 2016. Calarcá ha girado recursos al PDA por 2.070 millones de pesos en esos cinco años y se les han dado 5.116 millones de pesos“.
Y agregó que “razones técnicas de inversión y de presupuesto no son, porque el que más bajita inversión ha hecho, ha recibido una inversión que ha superado en un 148 por ciento el valor que ha entregado al PDA y es el caso de Filandia, que entregó 691 millones de pesos y se le hicieron inversiones por 1.029 millones de pesos”.