En el municipio de Calarcá, Quindío muchos creen que el descalabro por tres obras que se financiaron con recursos públicos y que no se usan es una de las consecuencias de haber tenido cinco alcaldes en menos de cuatro años.
Al menos 6.400 millones de pesos se invirtieron en dos escenarios deportivos y uno cultural. Dos de ellos, la casa de la cultura y el estadio, fueron financiados con recursos del Sistema General de Regalías (SGR) y la pista de patinaje con dineros del municipio y del departamento.
El patinódromo tiene apariencia de una vía abandonada. Aunque recientemente le cortaron la maleza que creció tras la entrega de la obra, este escenario sigue sin parecer una pista de patinaje. Pese a que la construcción costó 168 millones de pesos y fue recibida por la anterior Administración municipal, nunca fue inaugurada y mucho menos utilizada por deportistas del municipio.
“Le he hecho todo lo pertinente a la limpieza y el mantenimiento, pero no se está utilizando porque el gremio de patinaje me expresa que no cumple las medidas requeridas por ley, así que estamos analizando con mi equipo jurídico ese tema”, señaló la actual alcaldesa, Yenni Trujillo.
Aunque la tradicional casa de la cultura ‘Lucelly García Montoya’ aún no ha sido entregada, las demoras en la entrega de las obras, que comenzaron en febrero del 2015 y que debieron estar listas hace varios meses, y la adición de recursos han causado malestar entre los calarqueños.
Para la remodelación de esta casa de la cultura inicialmente se invirtieron 2.800 millones de pesos y luego fue necesaria una adición presupuestal de 1.400 millones de pesos, para un total de 4.200 millones de pesos, según contó el concejal Castañeda. “Es que con 4.200 millones es para que ya hubieran hecho otra casa de la cultura”.
Aunque la más reciente fecha de entrega estaba pactada para el 4 de septiembre, la Promotora de Vivienda del Quindío, entidad adscrita a la Gobernación del departamento y que verifica el cumplimiento de estas obras, analiza junto a la interventoría de las obras cuánto tiempo más le darán al contratista.
Otro objeto de polémica ha sido el ascensor de dicho escenario cultural, pues aunque inicialmente estaba incluido en los diseños, hubo un cambio y ya no está como se lo confirmó a este medio Mauricio Cañas, gerente de la Promotora de Vivienda. “Actualmente, no está dentro del contrato. Estuvo en algún momento, pero con los ajuste ya no. Vamos a ver qué podemos hacer”.
El concejal Guillermo Gómez advirtió que la administración lleva más de un año “pagando arriendo en otro lugar para las oficinas que antes estaban en la casa de la cultura”. Además, reveló que los concejales presentarán una queja formal ante la Procuraduría General de la República, la Fiscalía y la Contraloría por estas obras “para que investiguen, ya que los expertos dicen que las obras del patinódromo parecieran estar sobrecosteadas”.
No obstante, para el gerente de la Promotora de Vivienda, al patinódromo y al estadio se les adelantó la fase 1. “El estadio tuvo ajustes en el presupuesto porque, según el informe, se instaló una capa en concreto debajo del tapete de grama, lo que obligó a que no se terminaran las graderías y las luminarias”.
Cañas explicó que la casa de la cultura se ha tardado más porque con los ajustes “tuvieron que pedir permiso al Ministerio de Cultura y se demoraron dos meses, y luego modificar la licencia de construcción que se demoró otros dos meses”.
Las tres obras fueron contratadas y ejecutadas en la Administración anterior.
El Tiempo