El individuo arrestado tras embestir con su coche a una multitud la noche del sábado en Vancouver, en el oeste de Canadá, padecía trastornos mentales, según informó este domingo un portavoz policial, quien actualizó el número de fallecidos de nueve a once.
Steve Rai, jefe provisional de la Policía de Vancouver, señaló en una conferencia de prensa que el balance de víctimas podría seguir aumentando, ya que el ataque, que descartó como acto terrorista, dejó a decenas de personas heridas, muchas de ellas en estado crítico.
“Es el día más oscuro que ha vivido nuestra ciudad, justo cuando miles de miembros de la comunidad filipina se congregaban para celebrar un importante evento cultural. Una sola persona ha destrozado nuestro sentido compartido de seguridad”, expresó Rai con visible pesar.
El oficial confirmó que el sospechoso, capturado en el lugar poco después del atropello, es un hombre de 30 años. “Puedo confirmar que el detenido cuenta con un largo historial de contactos con la Policía y profesionales de la salud mental. No podemos revelar su identidad porque aún no se han presentado cargos”, añadió.
Rai insistió en que el hecho no tiene motivaciones terroristas, dado que no se hallaron señales de extremismo religioso o político en el perfil del atacante y considerando su historial clínico.
Las autoridades no han revelado los nombres ni las edades de las personas fallecidas. Sin embargo, Rai, visiblemente conmovido, confirmó que entre las víctimas hay hombres, mujeres y jóvenes. Ante la insistencia de los periodistas sobre si había menores entre los muertos —dado que el evento era de carácter familiar—, el jefe policial, notablemente afectado, solo respondió: “había gente joven”.