“Si vas a tomar agua de la llave por favor hiérvela, si se la vas a dar a tus hijos o a una mujer embarazada, tienes que tener la certeza de que la empresa de acueducto está monitoreando la presencia de parásitos”, esa es la conclusión a la que se llegó al fin del Primer Simposio Internacional “Agua y Parásitos Intestinales: Un desafío para la salud Infantil”, realizado por el Grupo de Estudio en Parasitología Molecular de la UNIVERSIDAD DEL QUINDÍO( GEPAMOL), el Centro de Investigaciones Biomédicas de la Facultad de Ciencias de la Salud, la Sociedad Colombiana de Pediatría capitulo Quindío y las Empresas Públicas de Armenia.
Según el decano de Ciencias de la Salud de la Universidad Del Quindío , doctor Jorge Enrique Gómez Marín, tomar agua recibida directamente del grifo puede transmitir parásitos que pueden producir serias infecciones a poblaciones vulnerables, como los niños de cero a cuatro años, las mujeres embarazadas y las personas inmunodeprimidas, dado que los procedimientos estandarizados para potabilizarla por parte de las empresas de acueducto pueden eliminar bacterias y virus presentes en ella, pero aún están limitados para contrarrestar la presencia de parásitos que constituyen una real amenaza para la salud.
Agregó el doctor Gómez Marín que “lo ideal es que todos hirviéramos el agua antes de consumirla, pues los efectos son perjudiciales para nuestra salud, incluso sin estar dentro de los grupos vulnerables citados, dado que recientes estudios a nivel global, demuestran la importancia de patógenos como el Cryptosporidium, que es el protozoario más frecuentemente detectado en agua para consumo humano”. El agua puede hervirse o filtrarse con membranas que retengan parásitos, debe advertirse que el ozono no es eficaz para Toxoplasma.
Información: Uniquindío