La Alcaldía Municipal invertirá en la reparación de sus condiciones locativas para lograr su reapertura, mientras se plantean alternativas para evitar el cierre definitivo, programado para 2016.
Una inversión cercana a los 20 millones de pesos por parte de la Alcaldía de Calarcá, sería ejecutada en la reparación de la planta de sacrificio del municipio en aspectos como su cielorraso, pisos y paredes, cuyo deterioro llevó al Invima a suspender su actividad temporalmente, confirmó la alcaldesa Carolina Cárdenas Barahona ante el Concejo Municipal, corporación que la convocó junto con el gerente de Emca, Hernán Gallego Cano, para indagar sobre la situación.
El ejecutivo sin embargo, admitió que la disposición del recurso requerirá de una constante fiscalización para justificarlo, dado que el cierre definitivo de la central de beneficio está programado para el mes de agosto de 2016.
“Hay que recordar que existen disposiciones del orden nacional en las que se determina su clausura, y por esta razón debemos ser precavidos frente al dinero que se vaya a invertir por el plazo con el que contamos. Mientras tanto adelantamos conversaciones con la Mesa Departamental de Racionalización, para que se examine nuestro caso y que de esta manera se nos permita continuar con una operación que cuenta con una capacidad de 450 reses mensuales”, reveló Gallego Cano.
Entre los argumentos en los que se fundamenta la posición del municipio se destaca el hecho de que esta planta estatal y no privada -invocando de esta manera la defensa de lo público- y las ventajas frente al manejo de aguas residuales, factor que le brinda una ventaja por su lejanía frente a fuentes hídricas.