En un impactante giro de los acontecimientos, el máximo dirigente político de Hamás, Ismail Haniyeh, murió en un ataque aéreo en Teherán, según confirmaron Hamás e Irán, señalando a Israel como responsable del ataque. El asesinato de Haniyeh, que se encontraba en la capital iraní para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, ha generado una escalada de tensiones en la región y ha provocado temores de un conflicto mayor.
Hamás anunció este miércoles que Haniyeh, también conocido como “Abu Al-Abd”, fue asesinado en un ataque israelí mientras se encontraba en un edificio para veteranos de guerra en Teherán. “El Hermano, el líder, el muyahidín Ismail Haniyeh, líder del movimiento, murió en un ataque sionista en sus oficinas en Teherán”, afirmó el grupo en un comunicado.
La Guardia Revolucionaria de Irán también confirmó la muerte de Haniyeh, junto a uno de sus guardaespaldas, y prometió un “duro castigo” a Israel. El ayatollah Ali Khamenei, guía supremo iraní, afirmó que Teherán considera que es su “deber buscar venganza”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no ha realizado ninguna declaración oficial respecto al ataque, mientras que el ejército israelí indicó que está evaluando la situación sin emitir nuevas directrices de seguridad para los civiles. Sin embargo, se espera que Netanyahu celebre consultas con responsables de seguridad en las próximas horas.
La muerte de Haniyeh llega en un momento crítico, apenas horas después de que Israel informara sobre la muerte de un alto comandante de Hezbolá en un ataque en Beirut. Estos ataques contra líderes militantes respaldados por Irán en un corto período han aumentado los temores de un conflicto regional mayor.
Este hecho genera preocupaciones sobre el futuro de las negociaciones de alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Haniyeh era una figura clave en estas negociaciones, y su muerte podría complicar los esfuerzos para lograr la paz.
El ataque y la posterior muerte de Haniyeh se producen casi 10 meses después de que Hamás, con el apoyo de Irán, lanzara un ataque contra el sur de Israel, resultando en la muerte de 1.200 personas y la toma de unos 250 rehenes. Israel respondió con una intensa campaña militar en Gaza, que ha dejado más de 39.400 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Qatar, que ha estado tratando de negociar un alto el fuego entre Israel y Hamás, calificó el ataque como una “escalada peligrosa”. La comunidad internacional sigue de cerca los desarrollos, preocupada por las posibles repercusiones de este acto en la estabilidad regional.