El mundo de la medicina y la donación de sangre despide a James Harrison, el australiano de 88 años conocido como el “Hombre del brazo de oro”, cuya sangre permitió salvar a más de 2,4 millones de bebés gracias a un anticuerpo raro presente en su plasma. Harrison falleció pacíficamente el pasado 17 de febrero en un hogar de ancianos en Nueva Gales del Sur, Australia, según confirmó su familia este 3 de marzo.
Desde los 18 años, Harrison inició una cadena de donaciones, sumando un total de 1.173 extracciones a lo largo de 64 años. Su sangre contenía un anticuerpo único, el Anti-D, utilizado en la producción de un medicamento vital para prevenir la Enfermedad Hemolítica del Feto y del Recién Nacido (HDFN), una afección que puede provocar daño cerebral o incluso la muerte en bebés cuyas madres tienen factor Rh negativo y generan una respuesta inmune contra la sangre de sus hijos.
Antes de que este tratamiento existiera, miles de bebés en Australia morían cada año a causa de la HDFN. Gracias a las donaciones de Harrison, se lograron fabricar 2,4 millones de dosis de inmunoglobulina Anti-D, protegiendo la vida de recién nacidos en todo el país.
El Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana (Lifeblood) explicó que cada dosis de Anti-D producida en Australia contenía anticuerpos de Harrison, convirtiéndolo en una figura fundamental en la lucha contra esta enfermedad. Su última donación fue en 2018, a los 81 años, cuando, por razones médicas, tuvo que retirarse. “Es un día triste para mí, el final de una larga carrera”, expresó en ese momento.
Robyn Barlow, coordinadora del programa Rh, destacó su impacto: “Cada ampolla de Anti-D fabricada en Australia contiene a James”, resaltando que sin su contribución, miles de bebés podrían haber perdido la vida.
James Harrison no solo fue un donante, sino un símbolo de altruismo y esperanza. Su sangre permitió desarrollar un tratamiento que cambió la historia de la medicina en Australia, reduciendo drásticamente la mortalidad infantil por HDFN desde 1966, cuando se realizaron los primeros ensayos exitosos con el medicamento Anti-D.