Lo que comenzó como una tragedia terminó convirtiéndose en una historia de esperanza y valentía en Buenavista, Quindío. Desde el pasado lunes, un deslizamiento de tierra se vino abajo sobre la escuela rural Los Sauces, obligando a la suspensión de las clases mientras las autoridades evaluaban los daños. Aunque por fortuna no se reportaron víctimas humanas, entre el lodo y los escombros había una vida que clamaba por ayuda.
Se trataba de Tony, un perrito criollo de la zona, cuyos llantos fueron escuchados por los estudiantes y padres de familia que llegaron al lugar tras el derrumbe. Sin pensarlo dos veces, seis campesinos de la vereda se organizaron y asumieron la misión de salvarlo.
Desde el martes comenzaron una ardua labor: removieron escombros con sus propias manos y herramientas improvisadas, abriendo paso hasta ubicar al animal. Al descubrir un pequeño orificio, le proporcionaron agua, alimento y respiración mientras continuaban con el rescate.
La lucha se extendió durante cinco días. Finalmente, en la mañana del viernes 2 de mayo, Tony fue liberado. El momento de su salida se convirtió en una verdadera celebración para toda la comunidad. Las imágenes muestran no solo la felicidad de los rescatistas, sino también la emoción del propio Tony, que salió prácticamente ileso y moviendo su cola como símbolo de gratitud y alegría.
Este episodio no solo resalta la solidaridad de los habitantes de Buenavista, sino que también se ha convertido en un símbolo de esperanza y resistencia frente a la adversidad. Tony ahora es considerado el milagro de Los Sauces y un recordatorio del poder de la unión comunitaria.