El Laboratorio de Materiales Orgánicos de la Universidad del Quindío ha dado un paso trascendental en la innovación tecnológica con la creación de “Warmer”, un sensor de temperatura sin contacto que utiliza grafeno oxidado, un material de avanzada con propiedades excepcionales en el rango del infrarrojo. Este desarrollo, liderado por el doctor en Física John Jairo Prías e integrado por un equipo de investigadores, entre ellos la científica Narly Andrea Echeverry Montoya, busca revolucionar la medición de temperatura en humanos, mascotas y objetos.
“Este proyecto surge de una lluvia de ideas donde identificamos las propiedades del grafeno oxidado como una solución para medir temperatura de forma precisa y sin invasión. Además, integramos el dispositivo a una aplicación móvil mediante Bluetooth de baja energía, logrando un producto portátil, autónomo y de gran utilidad”, explicó Echeverry.
Tecnología sostenible al servicio de la innovación
Warmer se destaca por su precisión y versatilidad, pero también por su enfoque sostenible. El dispositivo emplea grafeno oxidado obtenido a partir de desechos de guadua, los cuales son transformados mediante un proceso de carbonización en atmósfera controlada. “Esto no solo reduce el impacto ambiental, sino que genera tecnología propia, contrarrestando la dependencia de importaciones”, afirmó la investigadora.
Una solución práctica para humanos y mascotas
El dispositivo se presenta como una alternativa más cómoda y práctica frente a los métodos tradicionales de medición de temperatura. En el caso de mascotas, permite tomar la temperatura de perros y gatos apuntando el sensor a zonas específicas como orejas o pliegues de las patas, evitando procedimientos invasivos como la medición rectal. La información se visualiza directamente en un celular, gracias a una aplicación móvil que también ofrece alertas y recomendaciones según los valores obtenidos.
En humanos, Warmer detecta con precisión la temperatura corporal y alerta sobre posibles episodios febriles cuando supera los 38 °C. Además, el sensor tiene aplicaciones adicionales, como medir la temperatura de alimentos y bebidas, lo que amplía su utilidad en la vida cotidiana.
Impacto y futuro del proyecto
En pruebas de laboratorio, Warmer ha demostrado ser eficaz para medir tanto la temperatura ambiente como la de diversos objetivos, consolidándose como un prototipo funcional con un amplio rango de aplicaciones. “Este sensor busca ser una solución versátil y accesible que puede ser utilizada no solo para monitorear la salud de personas y animales, sino también para otros usos cotidianos”, concluyó Echeverry.
Este desarrollo posiciona a la Universidad del Quindío como un referente en innovación científica y tecnológica, destacando la capacidad de la región para aportar soluciones sostenibles y de alto impacto. Warmer no solo promete transformar la medición de temperatura, sino que también es un ejemplo del compromiso por integrar ciencia, tecnología y sostenibilidad.