En varios países de Asia, el bienestar emocional ha comenzado a ocupar un lugar central en el entorno laboral, al punto de que algunas empresas ya permiten que sus empleados tomen días libres tras una ruptura amorosa. Esta tendencia, que puede parecer inusual desde una óptica tradicional, está siendo impulsada por la creciente conciencia sobre la salud mental en el ámbito profesional.
En China, la cadena minorista Pang Dong Lai ha implementado una política que permite hasta 10 días de licencia remunerada al año por causas relacionadas con el malestar emocional. La iniciativa busca brindar a los empleados el tiempo necesario para procesar situaciones personales difíciles, como rupturas sentimentales, sin afectar su rendimiento laboral.
Filipinas, por su parte, sorprendió al mundo con una propuesta de ley que otorgaría hasta tres días de descanso no remunerado a quienes hayan terminado una relación de pareja. La medida, inspirada en el testimonio de un director hotelero afectado por una separación, ha sido respaldada por quienes consideran necesario que el sistema laboral contemple las emociones humanas como parte integral de la productividad.
Japón, reconocido por sus estrictas normas laborales, fue pionero en esta iniciativa. Desde 2008, la empresa Hime & Company ofrece licencias por desamor a sus trabajadores, variando los días disponibles según la edad de la persona, al considerar que superar una ruptura puede ser más difícil con el paso del tiempo.
Estas decisiones reflejan un cambio de paradigma en la gestión del talento humano, donde se reconoce que el dolor emocional tiene un impacto real en la capacidad de trabajar. La implementación de este tipo de políticas podría abrir el debate sobre la necesidad de flexibilizar las condiciones laborales en otros países para proteger la salud mental de los empleados.