El tiempo no ha logrado apagar la huella que dejó Óscar Gómez Agudelo, un hombre que dedicó su vida a servir, a construir comunidad y a sembrar esperanza en el Quindío. Este jueves 23 de octubre, Óscar habría cumplido 58 años de edad, pero su historia fue interrumpida a comienzos de 2025, cuando su vida fue arrebatada por manos criminales. A pesar del dolor y la ausencia, su ejemplo permanece más vigente que nunca.
Hace más de tres décadas, Gómez Agudelo fundó La Comunidad por la Comunidad, una organización nacida del corazón, cuyo propósito ha sido tender la mano a quienes más lo necesitan. Desde sus primeros días, este proyecto social se convirtió en un símbolo de solidaridad, cercanía y compromiso con las causas humanas más nobles.
Hoy, ese espíritu no se ha perdido. Gracias a la determinación de Jackson Botero, quien acompañó a Óscar en sus últimos recorridos políticos y sociales, la fundación continúa operando con la misma fuerza y convicción que inspiró a su fundador. Junto a familiares y amigos, Botero ha asumido la tarea de mantener viva la misión: ayudar con el corazón.
Desde su sede en el Edificio Arboleda Real (Carrera 21A No. 8-36, Armenia, Quindío), La Comunidad por la Comunidad sigue prestando apoyo a familias vulnerables. Actualmente adelantan una campaña de donación de medicamentos, bajo el lema “Es mejor dar que recibir”, buscando salvar vidas y extender esperanza a quienes enfrentan dificultades para acceder a tratamientos médicos.
“Cada donación cuenta, porque al donar, también salvas vidas”, expresan los voluntarios que, con entrega y humildad, mantienen abierta esta obra todos los lunes, miércoles y viernes de 2:30 p.m. a 4:30 p.m.
A nueve meses de su partida, la memoria de Óscar Gómez Agudelo no solo perdura: inspira. Su legado se multiplica en cada gesto solidario, en cada ayuda entregada y en cada sonrisa devuelta.
La Comunidad por la Comunidad es hoy un testimonio vivo de que cuando la bondad se siembra en el corazón de la gente, ni la muerte puede detener su cosecha.






