Los hombres de hoy corren tras una meta llamada éxito en donde se encierra popularidad, dinero, posesiones, fama, etc. Dios dice que el nos da el poder para hacer las riquezas, así que el dinero no puede ser el enfoque de nuestro éxito. Cuando en la mente de un ser humano solo hay lugar para el dinero, cae pronto en la ambición, en la avaricia y hará cualquier cosa por conseguirlo, así sea violando toda ley moral o espiritual.
La Palabra de Dios nos invita a tener sabiduría y el principio de la sabiduría es vivir bajo la dirección suya, en donde podremos descubrir que su voluntad es buena para nosotros. El hombre de éxito es aquel que se viste del deseo de agradar a su Dios cada mañana y cada día; que busca agradarle en todas las cosas y que sabe administrar las cosas que Dios le da, que sabe que el dinero, la riqueza, los bienes y la vida, están para ser gobernadas y no el hombre gobernado y esclavizado por ellas.
* Cita para meditar.
Ø Josué 1:8: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
Pastor Raúl Martínez Quiceno






