La justicia empieza a abrirse paso en el caso de Sara Millerey González, una mujer trans de 32 años que fue víctima de un ataque despiadado en el municipio de Bello, Antioquia. Este miércoles, las autoridades confirmaron la captura de Juan Camilo Muñoz Gaviria, conocido con el alias de ‘Teta’, señalado como principal responsable del crimen que estremeció al país y que visibilizó, una vez más, la violencia sistemática que sufren las personas trans en Colombia.
Alias ‘Teta’ fue detenido en el mismo municipio donde ocurrieron los hechos. Según los reportes oficiales, estaría vinculado a la estructura criminal conocida como “El Mesa”, una organización dedicada al narcotráfico y otros delitos de alto impacto en el Valle de Aburrá. La captura fue anunciada por el general Carlos Triana, director de la Policía Nacional, como parte de una ofensiva nacional contra estructuras criminales que atentan contra la vida y los derechos de los ciudadanos, especialmente de las poblaciones más vulnerables.
La agresión contra Sara Millerey ocurrió el pasado 6 de abril. Testigos aseguran que fue golpeada con sevicia y posteriormente arrojada a una quebrada. Un video que circuló en redes sociales mostró a la víctima luchando por aferrarse a unas ramas para no ser arrastrada por la corriente, mientras sus agresores intimidaban a quienes intentaban auxiliarla. Aunque logró ser rescatada con vida por los organismos de socorro, falleció horas después en un centro médico debido a la gravedad de las lesiones.
La noticia de su muerte generó una oleada de rechazo e indignación. Colectivos sociales, organizaciones defensoras de derechos humanos y ciudadanos de diferentes regiones del país alzaron su voz para exigir justicia, recordando que este no es un hecho aislado, sino parte de un patrón de violencia que se repite con alarmante frecuencia contra personas trans.
Las autoridades han señalado que la investigación sigue en curso y que hay indicios de que al menos cinco personas estarían involucradas en el ataque. Por ahora, alias ‘Teta’ enfrentará cargos por homicidio y tortura, mientras la comunidad LGTBIQ+ y los defensores de derechos humanos esperan que este caso no quede en el olvido y se convierta en un precedente contundente para frenar la impunidad frente a estos crímenes de odio.






