En un hecho histórico para la memoria colectiva de Colombia, el Congreso de la República aprobó la ley que declara a Armero como Bien de Interés Cultural y al Volcán Nevado del Ruiz como Patrimonio Natural de la Nación. La iniciativa, impulsada por congresistas del Tolima y Caldas, rinde homenaje a las más de 25.000 víctimas de la tragedia ocurrida el 13 de noviembre de 1985 y abre la puerta a nuevas oportunidades de desarrollo social, ambiental y económico para la región.
La representante Olga Beatriz González, promotora del proyecto, celebró la aprobación de la ley y enfatizó en su significado simbólico y práctico: “Hoy reivindicamos la memoria de Armero y protegemos el patrimonio ambiental del Nevado del Ruiz. Vamos a exigir que se cumpla para que el Estado tenga presencia efectiva en donde más se necesita”, afirmó.
El proyecto de ley, que quedó listo para la sanción presidencial, contempla la creación de un Centro de Memoria Histórica en Armero como espacio para la investigación, exposición y educación sobre la catástrofe, así como sobre la gestión del riesgo de desastres naturales. También establece la implementación de un programa de turismo sostenible en la región, articulado entre los departamentos de Tolima y Caldas y el Gobierno Nacional, para fomentar la economía local y fortalecer la cultura de prevención.
“Esta ley es un homenaje a las víctimas y un compromiso para que la historia no se repita. Armero no solo se recuerda, se honra y se transforma en un ejemplo de resiliencia y esperanza”, expresó visiblemente conmovida la representante González.
El senador Guido Echeverri Piedrahita, coautor de la ley, destacó que el proceso de construcción del proyecto incluyó la participación de académicos de la Universidad Nacional, víctimas, familiares y comunidades que aportaron sus vivencias y conocimientos técnicos. “Se trata de resignificar a Armero más allá de su tragedia. Es recuperar su historia de progreso y honrarla como centro de desarrollo para el norte del Tolima”, sostuvo.
En vísperas de los 40 años de la tragedia, esta declaración como Patrimonio de la Nación se convierte en un acto de reparación simbólica, pero también en una hoja de ruta para articular esfuerzos de prevención, memoria, ciencia y turismo en torno a uno de los episodios más dolorosos de la historia nacional.
Finalmente, el representante Alejandro García resaltó que la ley promoverá la educación sobre riesgos volcánicos en la región y fomentará la cooperación internacional para garantizar la sostenibilidad de las acciones propuestas: “Recordar, educar y prevenir son ahora la misión que tenemos como sociedad. Armero vive en la memoria de Colombia y del mundo”.