Erika Yanira Morales de 20 años, víctima de una brutal agresión en 2021, recibió la aprobación para acceder a la eutanasia tras años de sufrimiento y una lucha por ser escuchada.
En junio de 2021, cuando tenía 17 años, Erika fue atacada por dos mujeres a las afueras de un bar en Pasto, Nariño. Recibió dos botellazos en la cabeza que le causaron un infarto cerebral múltiple, dejándola en coma por un año y siete meses. Al despertar, su realidad era devastadora: perdió la movilidad, la capacidad de hablar y dependía de asistencia mecánica para respirar.
Su familia desarrolló un sistema de comunicación con un abecedario impreso y una pluma, lo que le permitió expresar su deseo de acceder a la eutanasia. “Nos dijo que no resistía más los dolores y que estaba cansada”, contó su hermana Tatiana Morales.
A pesar del deterioro de su salud, la EPS EMSSANAR S.A.S. rechazó inicialmente la solicitud de eutanasia. Ante esto, la familia de Erika decidió hacer público el caso en redes sociales, buscando apoyo y visibilización. Su historia se viralizó, generando un amplio debate sobre el derecho a una muerte digna.
Finalmente, la EPS aprobó la solicitud, garantizando que Erika recibiría cuidados paliativos y asistencia psicológica hasta el procedimiento. Su madre, Alba Morales, fue autorizada para tomar decisiones médicas en su nombre si era necesario.
Tatiana Morales compartió un emotivo mensaje en redes sociales, expresando su amor y respeto por la decisión de su hermana:
“Quiero expresar que son muchos sentimientos encontrados, que esto no es fácil, no es fácil perder a una hermana, mi única hermana. Sé que fue la prueba de amor más grande que le estoy dando. Logré que se escuche su historia y su dolor. Te amo y sé que te vas a ir feliz”.