La Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá advirtió que no hay información que concluya y permita determinar la veracidad de la muerte del paramilitar José Vicente Castaño Gil, comandante del Bloque Centauros.
Por eso solicitó que se reactiven de manera inmediata todas las investigaciones, los procesos de órdenes de captura y medidas de aseguramiento que se encuentren suspendidas en contra de Castaño Gil.
La decisión del Tribunal Superior se dio al resolver su exclusión de la lista de postulados y de los beneficios de Justicia y Paz.
La Fiscalía además sostuvo que no son concluyentes los testimonios de Rodrigo Alberto Zapata, alias Gordo Pepe, Juan Panemo y Yiyo en los que hablan de la muerte de Castaño Gil, el 17 de marzo del 2007, en Ayapel (Córdoba).
“Hasta la fecha no aparece en las bases de datos de personas desaparecidas del Instituto Nacional de Medicina Legal, como tampoco cuenta con decisión administrativa ni judicial en la que se tenga soporte el esclarecimiento de la desaparición o muerte de Castaño Gil”, señaló la Fiscalía.
Sin embargo, Rodrigo Zapata, uno de los hombres de confianza de Vicente Castaño, dijo a la Fiscalía que Bayron Jiménez, ‘Gordo Pepe’, había entregado la ubicación de la finca donde se encontraban los restos del jefe paramilitar. “A Vicente lo picaron en la ‘ripiadora’ de caña”, aseguró Zapata en su momento.
En la decisión, la Sala de Justicia y Paz además solicitó que se actualice el listado de bienes que estaban en poder de Castaño para imponer medidas cautelares sobre los inmuebles e incluirlos como parte de la reparación de las víctimas.
La Fiscalía solo tiene reportes de bienes ubicados en los departamentos de Córdoba y Antioquia, que fueron localizados luego de testimonios de Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias Monoleche. En la lista se encuentran los predios Las Tangas y Montecasinos.
Castaño Gil se desmovilizó el 3 de septiembre del 2005, en el municipio de Yopal (Casanare), junto a 1.735 hombres y mujeres.
El Tiempo