Lo que comenzó como una salida entre amigos para jugar fútbol terminó en una tragedia que hoy enluta al municipio de Bello, Antioquia. Dos adolescentes de 15 y 16 años, identificados como Juan José Ramírez Penagos y José Araujo, fueron hallados muertos en la madrugada de este miércoles 3 de julio, dentro de un charco improvisado de aguas estancadas en la zona rural del barrio París, cerca del límite con Medellín.
Según relataron familiares y vecinos, los adolescentes salieron de sus casas el martes a las 8:00 de la mañana con la intención de jugar fútbol en una cancha cercana. Pasaron las horas y no regresaron, lo que encendió la preocupación de sus familias, que de inmediato iniciaron su búsqueda.
Una fotografía publicada por uno de los menores en redes sociales alrededor de las 10:00 de la mañana fue importante para dar con su paradero. Sus familiares reconocieron el entorno del charco y se dirigieron allí durante la noche. En la madrugada del miércoles hallaron los tenis de uno de los jóvenes junto a una piedra y una pantaloneta.
“Como a las 7:00 u 8:00 vinimos y vimos los tenis de mi nieto en una piedra; al lado había una pantaloneta del otro muchacho. Ahí sospechamos que estaban en el charco”, relató Alberto, abuelo de uno de los menores.
Usando una varilla, los familiares lograron tocar los cuerpos sumergidos y dieron aviso inmediato a la Policía. Con apoyo del Cuerpo de Bomberos de Bello, los cadáveres fueron recuperados hacia las 8:00 a.m. Posteriormente, agentes del CTI de la Fiscalía realizaron la inspección judicial y trasladaron los cuerpos a Medicina Legal, donde se confirmará la causa de la muerte, aunque todo apunta a un ahogamiento.
El charco donde ocurrió la tragedia fue construido de forma artesanal y alcanza hasta cuatro metros de profundidad. Está ubicado en la calle 20B con carrera 79, en una zona verde de la ruralidad del barrio París, y es alimentado presuntamente por agua proveniente de una hidroeléctrica cercana.
De acuerdo con vecinos, el lugar era frecuentado por jóvenes que, sin ninguna medida de seguridad ni señalización, lo usaban para bañarse. La comunidad responsabiliza a la empresa de servicios o a quien haya ejecutado las obras por dejar el hueco sin la debida protección.
Las autoridades locales instaron a la comunidad para abstenerse de ingresar a cuerpos de agua no regulados, por los graves riesgos de inmersión y también por los peligros sanitarios. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), nadar en aguas estancadas puede causar enfermedades como leptospirosis, hepatitis A, infecciones gastrointestinales y problemas respiratorios.