La colombiana Sofía Gómez Uribe, con su acostumbrada serenidad, inhaló profundamente. Su respiración, precisa y medida, marcó el inicio de una hazaña que quedará grabada en la historia del deporte colombiano y continental.
En el mar de Dominica, durante el prestigioso torneo Deep Dominica Freediving, esta apneísta risaraldense de 32 años descendió hasta 103 metros de profundidad en una sola inmersión, estableciendo un nuevo récord para América y para Colombia.
El intento, que duró 3 minutos y 6 segundos, fue la culminación de años de preparación y perseverancia. Con el aire administrado al milímetro, Sofía utilizó una monoaleta para impulsarse hacia las profundidades. Mientras descendía, entre el azul infinito del océano, su mantra interno resonaba: paz, amor, tranquilidad. Allí, en su hábitat natural, cada metro se convirtió en un logro que la llevó al límite de su resistencia física y mental.
El regreso a la superficie fue tan desafiante como el descenso. En los últimos metros, donde el riesgo de desmayo es mayor, los jueces siguieron de cerca cada movimiento. Finalmente, Sofía emergió, retiró el broche de su nariz y pronunció las palabras que confirmaron su éxito: “I’m ok”. La cuenta regresiva de los jueces oficializó el récord: 103 metros en apnea con peso fijo y monoaleta.
Este triunfo es especialmente significativo para Sofía, quien no competía en un evento de profundidad desde hace dos años. En sus redes sociales expresó su alegría: “Tan feliz de estar aquí, dos años después de mi última competencia de profundidad”.
Sofía Gómez Uribe, que entrena en las piscinas de Medellín pero encuentra su verdadera conexión en el mar, sigue demostrando por qué es la reina indiscutible de la apnea en Colombia. Una vez más, su nombre se escribe con letras de oro en la historia del deporte continental.
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