La investigación por el asesinato de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) dio un giro decisivo este viernes. Las autoridades revelaron la identidad y el rostro de quien consideran el autor intelectual del triple crimen ocurrido en Florencio Varela (Argentina): se trata de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, un joven narco peruano de 20 años, nacido en La Libertad, al norte de Lima.
Fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense confirmaron que Valverde planea huir del país, lo que llevó a la difusión pública de su imagen y a la activación de su búsqueda nacional e internacional. “Detectamos que planea salir del país. Se decidió difundir su identidad y la imagen de su rostro”, explicaron voceros oficiales.
El fiscal Adrián Arribas, a cargo de la causa, sostiene que “Pequeño J” habría ordenado a sus hombres secuestrar, torturar y ejecutar a las tres jóvenes, en un macabro episodio que luego transmitió en vivo por redes sociales para disciplinar a sus lugartenientes. “Es un desquiciado. Decidió mostrar lo que es capaz de hacer para construir autoridad”, declaró el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso. Según los investigadores, al menos 40 personas habrían presenciado la transmisión en directo, en la que el acusado llegó a decir: “Así le va a quien me roba”.
La Policía Bonaerense intentó dar con el paradero de Valverde en el barrio Zavaleta, en la Ciudad de Buenos Aires, pero el operativo fue infructuoso. En paralelo, Interpol emitió una circular roja contra Matías Agustín Ozorio, señalado como la mano derecha de “Pequeño J” y considerado coautor del crimen bajo la figura de homicidio agravado con ensañamiento, alevosía, concurso premeditado y violencia de género.
El expediente judicial, clasificado como de “Transcendencia Pública”, describe con crudeza cómo las víctimas fueron atacadas entre el viernes por la noche y el martes siguiente en una vivienda de Villa Vatteone, donde finalmente fueron enterradas. El documento señala que los agresores actuaron “a traición y sobre seguro, aumentando intencionalmente y de manera inhumana el sufrimiento al causar padecimientos innecesarios que van más allá de lo necesario para cometer el acto”.
La búsqueda de “Pequeño J” y sus cómplices continúa en todo el país, mientras la justicia argentina y las fuerzas de seguridad refuerzan el cerco para dar con uno de los fugitivos más peligrosos de los últimos años.