El Ministerio de Salud ha anunciado un proyecto de decreto que establece condiciones y requisitos sanitarios estrictos para la fabricación, comercialización y uso de suplementos dietarios en Colombia. Esta iniciativa busca garantizar la seguridad y eficacia de estos productos, esenciales en el contexto de la preocupante desnutrición infantil que afecta al país.
Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), entre 2022 y 2023, la desnutrición aguda en menores de 5 años aumentó en un 14.29%, registrando 3,029 nuevos casos. Este incremento alarmante subraya la necesidad de productos que puedan complementar la alimentación de los niños, especialmente en situaciones donde la nutrición adecuada no está garantizada.
El borrador del decreto incluye directrices claras para la producción y comercialización de suplementos dietarios. Entre los puntos más destacados están:
- Limpieza y Sanitización: Antes de iniciar cualquier proceso, se deben asegurar que el área de trabajo y los equipos estén completamente limpios y libres de residuos.
- Identificación de Materiales: En todas las etapas de fabricación, los materiales y equipos deben estar claramente identificados para evitar confusiones.
- Registros de Producción: Se debe mantener un registro detallado de cada lote fabricado.
- Prevención de Contaminación: Operaciones con diferentes productos no pueden realizarse simultáneamente en la misma área para evitar la contaminación cruzada.
- Control de Polvos: Sistemas efectivos deben prevenir la diseminación de polvos durante el trabajo con materiales secos.
Según el borrador, “no podrán contener dentro de sus ingredientes sustancias con efectos terapéuticos, efectos tóxicos, o que representen riesgos para la salud, como hormonas, compuestos con efecto anabolizante, residuos de plaguicidas, antibióticos, medicamentos veterinarios, metales pesados, sustancias con acción estimulante sobre el sistema nervioso (salvo aquellas que estén expresamente autorizadas y dentro de los límites permitidos en suplementos dietarios para deportistas) y otras sustancias consideradas como ‘dopaje’ por la Agencia Mundial Antidopaje (Wada) y/o la legislación vigente”.
Adicionalmente, la venta ambulante de suplementos dietarios quedará prohibida. Estos productos solo podrán adquirirse en establecimientos autorizados como droguerías, tiendas naturistas y supermercados.
“Se aceptarán únicamente las presentaciones que correspondan a formas farmacéuticas para uso oral no estériles: sólidas, tales como cápsulas, tabletas, pildoras y otras formas similares, bolsitas de polvos, y polvos que deben tomarse en pequeñas cantidades unitarias; líquidas y semisólidas”
Una de las propuestas más controvertidas del decreto es la prohibición de venta de suplementos dietarios a menores de 18 años. Esta medida ha generado preocupaciones entre empresarios y expertos en salud, quienes argumentan que muchos de estos productos están formulados y dosificados específicamente para niños, y su prohibición podría agravar las brechas de malnutrición infantil.
Tal es el caso de productos populares como Tarrito Rojo o Cerebrit, que aunque no entregan una nutrición completa, pueden llegar a ofrecer un complemento de vitaminas.
Opiniones de Expertos
Luis Jorge Hernández, director de Investigaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, señaló que la prohibición podría aumentar la malnutrición. “Estos productos complementan la alimentación que no se puede cubrir por acceso físico o económico”, afirmó.
Diana Trejos, presidenta de la Asociación Colombiana de Nutrición, destacó la necesidad de una supervisión profesional en el uso de suplementos dietarios para evitar daños renales o hepáticos. “Es esencial que un profesional de la salud asesore sobre qué suplemento tomar y en qué cantidad”, concluyó.
El proyecto de decreto está abierto para comentarios del público. La normativa busca garantizar que los suplementos dietarios en el mercado sean seguros y efectivos, sin contener sustancias con acción farmacológica o terapéutica no autorizadas.
La comunidad empresarial y los profesionales de salud continúan evaluando las implicaciones de estas nuevas regulaciones, buscando un equilibrio entre la seguridad de los productos y la necesidad de complementar la nutrición de la población infantil vulnerable.
