Dicen que el enojo ciega el alma y no deja ver el rostro de quien te mira arrepentido. Tal vez recuerdes la palabra dura dirigida a aquel niño que imploraba perdón con su mirada, pero fue mayor el enojo y no pudiste verlo. Tal vez pienses que hay que expresar todo lo que se siente pero aunque esto es posible, debemos ser responsables y prudentes
. Hoy quiero animarte para que pienses antes de actuar, para que tengas control de tus emociones y sobre todo, que consideres que todos merecemos una oportunidad. Dios desea darte sabiduría y dominio propio a quien lo pida, y el principio de la sabiduría es conocerle y hacerle parte de ti.
* Cita para meditar.
Proverbios 29:11: “El necio da rienda suelta a toda su ira, más el sabio al fin la sosiega”
Salmo 37:8: “Deja la ira y abandona el furor, no te irrites, solo harías lo malo”
Por: Pastor Raúl Martínez Quiceno




