Reino Unido anunció este martes, 16 de junio, que el fármaco dexametasona será suministrado a pacientes infectados con COVID-19. Si bien la Universidad de Oxford no asegura que su uso sea más efectivo que el actual tratamiento contra el coronavirus, la dexametasona será aplicado para pacientes que se encuentren en estado crítico.
Los investigadores dirigidos por el equipo de la Universidad de Oxford administraron la dexametasona a más de 2.000 pacientes en estado grave. Para aquellos pacientes conectados a ventiladores mecánicos, la Dexametasona redujo el riesgo de muerte de un 40 a un 28%, al tiempo que en el caso de los enfermos que precisaron de oxígeno, el tratamiento redujo el riesgo mortal de un 25 a un 20%.
“Este es el único fármaco hasta la fecha que ha mostrado que reduce la mortalidad y la reduce de manera significativa. Es un gran avance”, afirmó el investigador principal del estudio, Peter Horby.
Cabe mencionar que la Dexametasona no parece ayudar a personas que presentan síntomas leves de coronavirus , es decir, aquellos que no necesitan asistencia para respirar. Esta medicina es una de las que se están empleando en el considerado mayor ensayo clínico del mundo, donde se experimenta con tratamientos existentes para otros males con el objetivo de ver si también funcionan para combatir el coronavirus.
Es importante resaltar que este fármaco es económico y de fácil acceso a todo el mundo.