¿Con que equipamos la vida de nuestros hijos para que enfrenten el futuro? ¿Qué les garantizará la victoria en el mañana? Librarles de enfrentar dificultades y librarles de responsabilidades no les beneficiará en nada, hacer la tarea por ellos les arrojará al abismo de la irresponsabilidad; hablar por ellos y pensar por ellos les hará desconocer la realidad de sus propias necesidades.
El amor, la fe y la esperanza serán parte del equipo con que deberán levantarse en medio de las circunstancias más críticas de un mundo de competencia y de retos. Enseñarles como y darles herramientas, les permitirá asumir el reto de edificar sobre lo sólido, y eso sólido serán los principios divinos que no cambian, que son seguros y que no se mueven por circunstancias. Nuestra tarea pues, será darles a conocer del amor de Dios, en una relación tan real como la que tenemos con ellos, y la aprenderán a través de nuestra relación con Dios. ¿La tienes?
Cita para meditar.
Proverbios 17: 22: “El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos”.
Efesios 6:4: “Padres no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”
Por. Pastor Raúl Martínez