El hecho se presentó en Barranquilla, cuando los menores de entre los cuatro y once años de edad (tres niñas y dos niños), resultaron intoxicados al ingerir veneno para ratas.
De acuerdo con las primeras versiones, los pequeños probaron un alimento que la abuela había rociado con el raticida. Los familiares contaron que los niños estaban jugando a ‘la comidita’ y encontraron el alimento que la abuela había colocado en un lugar de la cocina, rociado con el veneno para acabar con los roedores, y lo probaron.
“Los familiares relataron que los niños estaban jugando a la comidita, primero con agua y hojas, pero uno de ellos encuentra un pequeño plato de cucayo revuelto con el veneno y ellos no sabían y empezaron a jugar ingiriéndolo”, dijo la gerente del Hospital de Malambo, Eimy Liz Camargo, a Caracol Barranquilla.
La gerente agregó que “una tía que los vio y -alertada- les preguntó que si habían consumido los restos de alimentos. En primera instancia respondieron que no, pero posteriormente dijeron que sí lo habían hecho y fueron trasladados al centro asistencial”.
En el primer reporte del centro asistencial se informó que los niños se encuentran en buen estado de salud y en observación.
Fuente: El Tiempo