El tráfico vehicular en el Quindío, especialmente durante temporadas de alto flujo turístico, ha sido una problemática no solo se ahora, sino de muchos años atrás. Sin embargo, un proyecto busca transformar la movilidad en el departamento, aprovechando la tecnología y los recursos disponibles.
El gobernador del Quindío, Juan Miguel Galvis reconoció que las vías del Quindío no están diseñadas para manejar la alta afluencia de vehículos que ingresan en épocas de alta demanda turística. “Tenemos que hacer unas restricciones, pero deben ser organizadas. Estamos trabajando en un proyecto con cámaras para cuantificar los accesos vehiculares, pantallas LED que informen en tiempo real sobre la accesibilidad y tiempos de desplazamiento, y la señalización completa de las vías del departamento. Este proyecto avanza en un 80 % – 90 %”, señaló.
El gobernador también destacó que este sistema estará centralizado en un centro de monitoreo ubicado en el Centro Metropolitano de Convenciones, desde donde se gestionará la información recopilada para facilitar la toma de decisiones tanto para las autoridades como para los ciudadanos.
La experiencia de Salento Inteligente
En meses anteriores, se implementó el modelo de Salento Inteligente en colaboración con la Empresa de Energía del Quindío (EDEQ). Este piloto, que incluía cámaras para monitorear el flujo vehicular y evaluar la capacidad de carga, generó gran expectativa. Aunque inicialmente cubrió solo unas pocas cuadras, el gobernador aseguró que los resultados han sido alentadores y que se están invirtiendo recursos significativos para extender el control a todo el departamento.
“Este es un modelo que apenas estamos implementando. Es un ejercicio que ya muestra potencial y nos permitirá generar información valiosa para propios y visitantes, mejorando la movilidad y los servicios turísticos”, explicó Galvis.
Con el respaldo de regalías, el gobierno departamental busca garantizar una solución integral para la movilidad en el Quindío, una región que enfrenta retos crecientes debido a su popularidad turística. Este sistema no solo busca mejorar la experiencia de los visitantes, sino también aliviar el impacto en los municipios que, como Salento y Filandia, suelen experimentar colapsos en sus vías de acceso durante los picos turísticos.
El proyecto es un ejemplo del compromiso con el Quindío, con la innovación y el desarrollo sostenible, sentando un precedente a nivel nacional como piloto en gestión de tráfico vehicular en zonas de alta afluencia turística.