Después de más de nueve meses varados en la Estación Espacial Internacional (EEI), los astronautas de la NASA Barry “Butch” Wilmore y Sunita “Suni” Williams finalmente regresaron a la Tierra este martes, en un aterrizaje exitoso frente a las costas de Florida.
Lo que debía ser una misión de apenas ocho días a bordo de la nave Starliner de Boeing terminó convirtiéndose en una estadía de casi un año en el espacio. La razón: fallos en los propulsores y filtraciones de helio detectados en la nave, que impidieron su regreso en la fecha prevista.
Ante la imposibilidad de usar la Starliner para el retorno, la NASA coordinó su regreso en la cápsula Crew Dragon “Freedom” de SpaceX, que logró un amerizaje controlado con ayuda de cuatro paracaídas en la costa de Tallahassee, Florida, a las 17:57 EST (21:57 GMT).
Junto a Wilmore y Williams, también regresaron Nick Hague y el cosmonauta ruso Aleksandr Gorbunov, quienes viajaron a la EEI en septiembre pasado a bordo de la misma Crew Dragon, con dos sillas vacías destinadas a los astronautas varados.
El regreso de la tripulación marca el cierre de un capítulo complejo en la exploración espacial. Mientras Boeing trabaja en solucionar los fallos de la Starliner, la NASA sigue confiando en SpaceX como un pilar fundamental en su programa de vuelos tripulados.
Ahora, Wilmore y Williams serán sometidos a evaluaciones médicas para analizar los efectos de su prolongada estadía en microgravedad, en una misión que, sin duda, será recordada como una de las más accidentadas en la historia reciente de la exploración espacial.