La propuesta del gobierno turco de sacrificar hasta cuatro millones de perros callejeros ha desatado una ola de indignación tanto a nivel nacional como internacional. Esta medida, orientada a reducir la población canina sin hogar y mitigar los riesgos asociados, ha sido duramente criticada por defensores de los animales, organizaciones internacionales y un amplio sector de la población.
El gobierno turco estima que en el país hay aproximadamente cuatro millones de perros callejeros. Esta cifra, según las autoridades, se ve agravada por la alta tasa de natalidad de estos animales, que pueden tener hasta ocho cachorros por camada y parir dos veces al año.
Las autoridades justifican la medida al señalar los riesgos que representan los perros callejeros para la salud pública y la seguridad vial. De acuerdo con datos del Ministerio del Interior, en los últimos cinco años se han registrado más de 3.500 accidentes de tránsito causados por choques con animales, resultando en 55 muertes y más de 5.000 heridos.
Los defensores de la propuesta argumentan que el sacrificio masivo de perros callejeros es la única forma efectiva de controlar la población canina y reducir los riesgos para la salud pública y la seguridad vial. Sostienen que la castración masiva no es suficiente, ya que en los últimos cinco años solo se ha logrado esterilizar un promedio de 260.000 animales al año, cuando se necesitaría esterilizar al 70% de la población para un control efectivo.
Además, subrayan que los perros callejeros pueden transmitir enfermedades como la rabia, la leptospirosis y la leishmaniasis, y que su presencia en las calles genera molestias a los ciudadanos.
Sin embargo, la medida ha sido fuertemente condenada por defensores de los derechos de los animales y organizaciones internacionales, quienes argumentan que el sacrificio masivo no es una solución ética ni efectiva a largo plazo. Abogan por alternativas como la implementación de programas de esterilización más amplios y la promoción de adopciones responsables.
La controversia en torno a esta propuesta ha puesto de relieve la necesidad de encontrar soluciones sostenibles y humanitarias para el manejo de la población de perros callejeros en Turquía, equilibrando la salud pública y la seguridad con el bienestar animal.