La semana pasada, dos pescadores chinos que estaban siendo perseguidos por la Guardia Costera de Taiwán, se ahogaron frente a las costas del archipiélago. Una lancha china con cuatro personas a bordo se volcó mientras escapaba. “El grave incidente hirió gravemente los sentimientos de sus compatriotas de ambos lados del estrecho”, expresó Zhu Renglón, portavoz de la oficina de Pekín que trata los asuntos de Taiwán.
Aseguraron que la lancha había entrado ilegalmente en “aguas taiwanesas”. Aquellos días, durante las fiestas del Año Nuevo Chino, las autoridades de Taiwán habían denunciado que eran muchos los barcos pesqueros chinos que entraban en sus aguas para capturar peces, por lo que el domingo 18 de febrero, los guardacostas chinos aumentaron las patrullas regulares alrededor de Kinmen.
Ya este martes 20 de febrero, las patrullas taiwanesas ahuyentaron con varias lanchas a un barco de la guardia costera china que había entrado en aguas cerca de Kinmen. “Los pescadores de ambos lados han operado tradicionalmente en las aguas de Xiamen-Kinmen. No existe ningún territorio bajo control de Taiwán en el sentido legal. Las patrullas policiales regulares que realiza la parte continental en las aguas relacionadas son legítimas”, informaron las autoridades chinas.
Taiwán, aunque funciona como un país independiente, apenas cuenta con doce países que reconocen su soberanía.