Lo que parecía ser un gesto romántico terminó en tragedia. Ana Neves, una joven de 17 años, murió en circunstancias estremecedoras tras recibir en su casa un pastel acompañado de una nota amorosa. Detrás del misterioso obsequio se escondía un crimen planificado por una de sus amigas más cercanas.
El hecho ocurrió el pasado sábado 31 de mayo en el estado de Minas Gerais. Ana, estudiante destacada por su buen rendimiento académico y carisma, recibió en su hogar un pastel con una nota escrita a mano que decía: “Un regalo para la chica más hermosa que he visto en mi vida”. Sin sospechar el peligro, compartió el postre con amigas y consumió una porción alrededor de las 6:00 p.m.
Horas más tarde, comenzó a presentar síntomas de intoxicación y fue llevada al hospital, donde, pese a las atenciones, fue dada de alta. Sin embargo, su salud empeoró al día siguiente. El domingo 1 de junio colapsó en el baño de su vivienda y fue trasladada nuevamente al centro médico, donde falleció a causa de un paro cardíaco. La autopsia reveló que había ingerido arsénico, un veneno altamente tóxico.
Gracias al testimonio del repartidor que llevó el pastel, las autoridades lograron identificar a la presunta responsable: sería una amiga cercana de Ana, también de 17 años. Durante el interrogatorio, la adolescente confesó haber comprado el pastel en una pastelería local y rociarlo con arsénico adquirido por internet. Lo envió usando una aplicación de domicilios para no levantar sospechas.
Inicialmente negó su participación, pero terminó confesando el crimen. Dijo que no quería matarla, sino “asustarla” provocándole una fuerte intoxicación. Las autoridades, sin embargo, han calificado el caso como homicidio premeditado y lo investigan bajo esa línea.
No era la primera vez: otro intento de envenenamiento
La Policía Civil de Minas Gerais descubrió que no era la primera vez que la agresora intentaba algo similar. El 15 de mayo, otra joven también recibió un pastel con una nota amorosa y sufrió síntomas de intoxicación. En esa ocasión, la víctima logró sobrevivir tras recibir atención médica a tiempo.
El móvil del crimen estaría relacionado con celos personales y sentimientos de rivalidad hacia Ana. Los investigadores han destacado el nivel de planificación del ataque y la frialdad de la autora, quien incluso permaneció en casa de la víctima durante su agonía y la consoló a su familia tras su muerte.
Mientras el caso sigue bajo investigación, las autoridades evalúan la situación legal de la agresora, quien será juzgada bajo las normas del Estatuto del Niño y del Adolescente de Brasil.