El hacinamiento carcelario continúa siendo uno de los problemas más críticos del sistema penitenciario colombiano, y el departamento del Quindío no es la excepción. Así lo aseguró el secretario del Interior, Jaime Andrés Pérez, quien explicó que esta situación afecta especialmente a los sindicatos excluidos en estaciones de Policía, espacios que no están diseñados para largas estancias y cuya custodia recae directamente sobre las entidades territoriales.
Pérez señaló que el problema no solo responde al incremento de personas privadas de la libertad, sino también al retraso en la culminación de obras penitenciarias a nivel regional, entre ellas la adecuación del patio de la cárcel Peñas Blancas en Calarcá, infraestructura que permitiría descongestionar las estaciones del departamento.
“El hacinamiento ha sido un flagelo que nos ha afectado demasiado. Necesitamos con urgencia que el INPEC y el Ministerio de Justicia finalicen las obras comprometidas en Calarcá para trasladar a los sindicatos y liberar el personal policial que hoy debe custodio interno, cuando su misión principal es garantizar la seguridad en las calles”, afirmó.
Según el secretario, en repetidas ocasiones se han establecido fechas tentativas para la entrega del espacio -noviembre, diciembre e incluso el próximo año-, sin embargo, las obras siguen sin finalizar. La administración departamental insiste en que su puesta en funcionamiento permitiría avanzar en la descongestión y mejorar las condiciones de reclusión.
Frente a la infraestructura pendiente en Peñas Blanca, el funcionario indicó que el Gobierno Nacional atribuye los retrasos a condiciones climáticas y factores técnicos, aunque el Quindío continúa insistiendo para que el proyecto sea retomado y culminado lo antes posible.








